Si has escuchado esta promesa, sabrás que es preciosa. “Estoy seguro de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará en el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Dios, por su poder infinito e inigualable, remediará todo lo malo que hay en ti.
Esta promesa es una palabra segura cuando la duda nos embarga. Es una palabra fuerte en medio de la tentación. Es una palabra de esperanza cuando nos enfrentamos a nuestras propias cadenas y dificultades.
Es una palabra inquebrantable cuando todo lo que nos rodea parece inestable e inseguro. Es una palabra reconfortante en la debilidad o el dolor. Es una palabra inspiradora cuando necesitamos motivación para seguir adelante.
Filipenses 1:6 nos asegura cómo terminará todo para nosotros, y que nuestro fin será bueno, hermoso y perfecto delante de nuestro Dios. Así como un artista cuidadoso esculpe una obra maestra, Dios trabaja en nosotros con amor y precisión. La promesa de Filipenses 1:6 nos invita a confiar en que el proceso no es en vano; es un camino hacia la plenitud y la madurez espiritual. Cuando enfrentamos pruebas o nos encontramos con obstáculos, podemos aferrarnos a esta verdad, sabiendo que el Creador que comenzó la buena obra en nosotros la llevará a cabo hasta el día de Cristo Jesús.
Este versículo también nos insta a vivir con expectación y gratitud, reconociendo que nuestro fin será un testimonio de la fidelidad de Dios. En medio de las pruebas y alegrías, podemos descansar en la seguridad de qu
e Él completará lo que ha empezado, guiándonos hacia un destino que refleje Su gloria y amor incondicional.
Dios nos está perfeccionando a medida que amamos.
Dios completará la obra que ha estado haciendo en ti.
No te desanimes. No te rindas. No dudes de la pasión y capacidad de Dios para cumplir los planes de Dios para ti. Propónte a amar cada vez más. Mantén viva la llama de la esperanza en tu corazón, recordando que los sueños que Dios ha sembrado en ti están destinados a florecer. Enfrenta los desafíos con valentía, sabiendo que en cada obstáculo hay una oportunidad para fortalecerte. Cree en la obra que Él está haciendo en tu vida y permite que Su amor sea la luz que guíe tus pasos. Enfócate en cultivar la paciencia y la gratitud, confiando en que el tiempo de Dios es perfecto. Avanza con fe, pues en cada paso, Él te sostendrá y abrirá puertas que ni siquiera imaginas. Convierte tu vid
a en un testimonio viviente de Su gracia y amor inagotables. ¡No te desanimes, sigue adelante con la certeza de que Su plan para ti es más grande de lo que puedes imaginar!
Dios te dice hoy:
Mis amados hijos, en este día quiero recordarles con profundo amor y certeza que la buena obra que he comenzado en cada uno de ustedes será fielmente completada. Así como un artista cuidadoso da forma a su obra maestra con paciencia y dedicación, así Yo estoy esculpiendo y formando sus vidas para cumplir el propósito que he diseñado para cada uno.
Aunque puedan enfrentar desafíos que parezcan abrumadores, no pierdan de vista la verdad inmutable de que estoy obrando en sus vidas para bien. En los momentos de duda, recuerden que mi fidelidad es constante y mi poder es ilimitado. No están solos en este viaje, pues estoy con ustedes en cada paso que dan.
Cuando sientan que la tarea es ardua, confíen en que mi gracia les sostendrá. En las victorias y en las derrotas, en los momentos de alegría y en los de tristeza, estoy obrando diligentemente para llevar a cabo mi plan perfecto en sus vidas. Sean pacientes en la espera, confiando en que el tiempo de mi perfección es soberano.
Mis amados, mantengan viva la esperanza, pues la obra que he iniciado en ustedes es un testimonio de mi amor inagotable. Confíen en que, al final, verán el fruto de mi fidelidad y experimentarán la plenitud de la obra que he realizado en sus corazones. ¡Sean fuertes y valientes, porque Yo estoy con ustedes hasta el cumplimiento de mi propósito divino en sus vidas!
Amado Padre celestial,
Hoy me acerco a Ti con gratitud en mi corazón por recordarme que la buena obra que has comenzado en mí será fielmente completada. Reconozco, Señor, que en los momentos de duda y desánimo, a veces pierdo de vista tu plan perfecto para mi vida.
Te pido, Dios misericordioso, que me concedas la fortaleza para confiar en tu fidelidad, incluso cuando las circunstancias parecen desafiantes. Que tu Espíritu Santo sea mi guía constante, recordándome que no estoy solo en este viaje y que Tú estás obrando diligentemente en cada detalle de mi vida.
Te entrego, Señor, mis miedos y ansiedades. En los momentos de debilidad, que tu gracia me sostenga y que pueda descansar en la certeza de que tu amor nunca me abandonará. Ayúdame a ser paciente en la espera, consciente de que tu tiempo es perfecto y que cada experiencia, sea fácil o difícil, contribuye a la obra que estás realizando en mí.
Te agradezco por ser un Dios que cumple sus promesas y que trabaja en mí para formar tu imagen en mi ser. Que tu paz que sobrepasa todo entendimiento llene mi corazón y que pueda caminar con confianza en la certeza de tu amor.
En el nombre de Jesús, amén.
Queridos,
En este momento crucial, quiero recordarles con firmeza la verdad que nos guía: la buena obra que Dios ha comenzado en cada uno de nosotros será fielmente completada. No perdamos de vista esta promesa divina en medio de las adversidades, dudas o desafíos que puedan surgir en nuestro camino.
Es fácil sentirse abrumado por las circunstancias, cuestionar el propósito de las pruebas que enfrentamos, pero les insto a resistir esa tentación. La fidelidad de nuestro Dios es un ancla en la tormenta, una luz en la oscuridad. No importa cuán difícil parezca el camino, Él está obrando en nosotros para llevar a cabo un propósito eterno.
En lugar de ceder ante el temor, elevemos nuestra confianza en Dios a nuevas alturas. Recordemos que Él es el Alfa y Omega, el Principio y el Fin, y que tiene el control sobre todas las cosas. Confíen en que cada experiencia, cada desafío, forma parte de Su plan redentor para nuestras vidas.
Hermanos, este es un llamado a aferrarnos a la promesa de Filipenses 1:6 con valentía y determinación. En tiempos de incertidumbre, cuando las fuerzas flaqueen, recordemos que el mismo Dios que comenzó esta buena obra en nosotros es fiel para completarla. ¡No perdamos de vista esta verdad, confiemos en Él con todo nuestro ser y avancemos con fe en el camino que Él ha trazado para nosotros! ¡Que la certeza de Su fidelidad nos guíe y fortalezca en cada paso!
Con sinceridad
Tu CE Sergio Andres
Gracias Amén 🙏
Amen🙏🙏🙏
Gracias Sergio Andrés por hacernos ver qué tenemos a un Dios fiel y que su fidelidad es para siempre Dios bendiga tu vida 🙏❤️