Salmo 100
Démosle Gracias al Señor
¡Canten alegres al SEÑOR, habitantes de toda la tierra!
Sirvan al SEÑOR con alegría; vengan ante su presencia con regocijo.
Reconozcan que el SEÑOR es Dios;
él nos hizo, y no nosotros
a nosotros mismos.
Pueblo suyo somos y ovejas
de su prado.
Entren por sus puertas con acción
de gracias,por sus atrios con alabanza. Denle gracias; bendigan su nombre
porque el SEÑOR es bueno.
Para siempre es su misericordia,
y su fidelidad por todas
las generaciones.
Oración
Señor, en Tu presencia encuentro el descanso que mi alma necesita. Hoy quiero alabarte por ser un Dios bueno, cuya fidelidad nunca cambia. Cada latido de mi corazón y cada respiro son testigos de Tu amor y misericordia, que han estado conmigo a lo largo de este día.
Padre, en este silencio, me detengo a contemplar la grandeza de Tus obras. Tú, quien me formaste y me llamaste oveja de Tu prado, me llenas de paz y propósito. Aunque los días puedan traer desafíos, sé que Tu bondad y Tu verdad permanecen para siempre. Hoy elijo confiar en Tu cuidado y rendir mis preocupaciones en Tus manos.
Gracias por abrirme las puertas de Tu presencia y permitirme caminar contigo. Te alabo porque, aun en los momentos difíciles, Tu amor es suficiente para sostenerme. Que mi vida siempre refleje gratitud y que nunca olvide las maravillas que haces por mí.
Amén.
Conclusión
El Salmo 100 nos recuerda que la gratitud no es solo una respuesta a las bendiciones visibles, sino una actitud constante del corazón hacia el Dios que nos creó y nos sostiene. En cada día, Él nos invita a entrar en Su presencia con acción de gracias, reconociendo que Su bondad y Su amor son inmutables, incluso en medio de nuestras batallas internas.
Permite que esta noche sea un espacio de conexión con Su fidelidad eterna. Reconoce que, aunque las circunstancias cambien, Su amor y cuidado no tienen fin. Vive con la certeza de que, como oveja de Su prado, siempre estarás bajo Su protección y guía.
Comparte este mensaje con alguien que necesite recordar la fidelidad de Dios. Deja tus reflexiones en los comentarios, y sigue este espacio para recibir más palabras que fortalezcan tu fe y renueven tu esperanza. Que esta noche Su bondad te abrace y Su paz te acompañe.
Sergio Andrés, tu consejero espiritual.
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