Buenas noches, que Dios te bendiga y te proteja esta noche.
Quiero declararte que Dios te otorgará prosperidad, una familia resguardada y bendiciones en abundancia. La oración de esta noche será poderosa, y sentirás la presencia de Dios desde la cima de tu cabeza hasta la planta de tus pies. Si hay alguna enfermedad, visible o no, creo firmemente que el gran sanador, nuestro Señor, intervendrá en tu cuerpo y en tu espíritu, restaurando tu salud y vigor.
Es importante que prepares un vaso de agua; yo ya tengo el mío. Tómalo como un símbolo de la purificación y la renovación que Dios está trayendo a tu vida. Escribe en los comentarios: "Señor, cuida de mi salud." No subestimes la importancia de la salud; es uno de los primeros objetivos que el enemigo ataca cuando quiere desestabilizar a alguien.
Si estás aquí por primera vez, que el Señor Jesús te bendiga, te cuide y te libre de todo mal. Aquí no discutimos sobre religiones o denominaciones, hablamos del amor de Dios y su palabra salvadora.
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Debajo de la protección divina, lo más esencial que puedes solicitar es salud. Si no estás bien, ¿cómo podrás cuidar de tus seres queridos? ¿Cómo podrás cumplir con las promesas de Dios en tu vida? La salud es fundamental y, a menudo, una de las primeras áreas que el enemigo intenta corromper.
Esta noche, quiero orar especialmente por ti, por tu bienestar físico y emocional. Que esta oración llegue a cada rincón donde se necesite, a cada hogar y cada hospital.
Oración: Señor nuestro, Padre amado y eterno, Tú que eres el médico por excelencia, el sanador de todas nuestras dolencias, acudimos a Ti en esta noche buscando tu intervención divina. Desde lo más profundo de nuestro ser, solicitamos tu toque sanador, que recorra cada parte de nuestro cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Restaura, Señor, cada célula, cada tejido, cada órgano que no funcione como debería. Libera, Padre Santo, a tus hijos de cualquier enfermedad, y permite que tu paz y salud inunden sus vidas.
Oramos por todos aquellos que enfrentan desafíos de salud, que en este mismo momento puedan sentir tu poder y tu gracia transformándolos. Que esta noche no sea de dolor, sino de milagros. En el nombre de Jesús, consagramos esta agua que tenemos, que al beberla, sintamos tu presencia purificadora y rejuvenecedora en nuestras vidas.
Te pedimos todo esto con fe y esperanza, sabiendo que Tú actúas en favor de aquellos que te aman. Amén.
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