Salmo 25
A ti, oh SEÑOR,
levantaré mi alma.
¡Dios mío, en ti confío!
No sea yo avergonzado.
No triunfen sobre mí mis enemigos.
Ciertamente ninguno de los que confían en ti será avergonzado.
Serán avergonzados los que se
rebelan sin causa.
Muéstrame, oh SEÑOR, tus caminos; enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad
y enséñame
porque tú eres el Dios de mi salvación.
En ti he esperado todo el día.
Acuérdate, oh SEÑOR,
de tu compasión y de tu misericordia que son perpetuas.
No te acuerdes de los pecados de
mi juventud ni de mis rebeliones. Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, por tu bondad,
oh SEÑOR.
Bueno y recto es el SEÑOR;
por eso él enseñará a los pecadores
el camino.
Encaminará a los humildes
en la justicia
y enseñará a los humildes su camino.
Todas las sendas del SEÑOR son misericordia y verdad
para con los que guardan su pacto
y sus testimonios.
Por amor de tu nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad porque es grande.
¿Qué hombre es el que teme
al SEÑOR?
Él le enseñará el camino que ha
de escoger.
Su alma reposará en bienestar,
y sus descendientes heredarán
la tierra.
Oración
Señor, en la quietud de esta noche, elevo mi corazón hacia Ti, mi refugio y mi esperanza. En medio de los desafíos que he enfrentado, encuentro consuelo en Tu fidelidad y Tu amor eterno. Tú conoces cada carga que llevo, cada duda que inquieta mi mente y cada problema que parece no tener solución.
Padre amado, enséñame a confiar plenamente en Tus caminos, aun cuando no los entienda del todo. Guía mis pasos con Tu sabiduría y ayúdame a descansar en la certeza de que Tu tiempo es perfecto. Borra de mi corazón la ansiedad y el miedo, y reemplázalos con Tu paz, esa que sobrepasa todo entendimiento.
En esta noche, pongo en Tus manos no solo mis preocupaciones, sino también mi gratitud por las bendiciones que me has dado. Gracias por estar siempre a mi lado, sosteniéndome con Tu gracia incluso en los momentos más difíciles. Renueva mis fuerzas mientras descanso, y prepara mi corazón para enfrentar el mañana con fe y esperanza.
Confío en que Tu plan para mi vida es bueno, y que aun en medio de la oscuridad, Tú estás obrando en mi favor. Que mi alma descanse sabiendo que, en Ti, todas las cosas encuentran solución.
En el nombre de Jesús, Amén.
Conclusión
En los momentos de mayor incertidumbre, el Salmo 25 nos ofrece la certeza de que Dios es nuestra guía y refugio. No importa cuán complejas sean las circunstancias, Su amor y sabiduría siempre están disponibles para quienes confían en Él. Al buscar Su dirección, encontramos la paz y la fortaleza para enfrentar cualquier desafío.
Te invito a reflexionar sobre cómo Dios ha obrado en tu vida, incluso en los momentos más difíciles. Deja tus comentarios sobre cómo este mensaje ha tocado tu corazón y comparte esta oración con alguien que necesite ánimo. Que Su fidelidad te acompañe esta noche y Su paz sea tu descanso.
Sergio Andrés, tu consejero espiritual.
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