top of page

¿Estás A Punto De Rendirte Cuando La Victoria Está Cerca?

  • 6 oct
  • 3 Min. de lectura

Dios me dijo que te enviara este mensaje.

Y si estás viendo esto, no es una casualidad… es una cita divina.

Tú sabes que últimamente no ha sido fácil.

Has intentado mantener la calma, sonreír, avanzar…

pero por dentro te sientes cansado, drenado, sin fuerzas para seguir.


Y quiero que escuches esto con atención: no te rindas.

Estás más cerca de lo que imaginas.

Lo que hoy parece caos no es el final, es el punto exacto donde Dios empieza a moverse con más fuerza.


[Parte 1 – diagnóstico emocional y empatía real]

Sé que te has sentido frustrado.

Haces todo lo posible, y las cosas no salen.

Das lo mejor, pero parece que el mundo va en tu contra.

Te acuestas con la cabeza llena de pensamientos,

y te levantas sintiendo el mismo peso en el pecho.


Y tal vez, en medio de ese cansancio, te preguntas si vale la pena seguir.

Si todavía tiene sentido luchar por algo que parece no avanzar.

Pero escúchame: no confundas el silencio de Dios con su ausencia.

A veces, el cielo trabaja en silencio…

porque si te mostrara todo lo que está preparando, no podrías ni creerlo.


[Parte 2 – ejemplo cotidiano que genera identificación]

Mira, la vida es como subir una montaña.

Al principio vas con energía, sonriente, motivado.

Pero mientras más avanzas, más duro se pone.

El aire escasea, los músculos tiemblan, y lo único que quieres es sentarte y dejarlo ahí.

Y justo cuando piensas que ya no puedes más…

das un paso más y descubres que la cima estaba a unos metros.


Así está pasando contigo.

El cansancio que sientes no es señal de derrota,

es el aviso de que estás a punto de llegar.


[Parte 3 – tono de liderazgo y reprensión amorosa]

Por eso, deja de hablarte como si ya hubieras perdido.

Deja de repetir que no puedes, que no sirves, que ya no vale la pena.

Esa voz no viene de Dios.

Viene del enemigo que quiere que renuncies justo cuando estás a punto de ver el cumplimiento de lo que pediste.


Dios no te trajo hasta aquí para dejarte a mitad del camino.

Si te permitió llegar tan lejos, es porque tiene la intención de llevarte hasta el final.


Así que levántate.

Endereza la espalda.

Recupera la fe que tenías al principio.

Tú no naciste para rendirte, naciste para resistir.


[Parte 4 – reflexión espiritual profunda]

Dios te está diciendo hoy:

“No te rindas, hijo mío, hija mía.

Yo sé cuánto has llorado.

Sé que hay noches en las que no puedes dormir de tanta carga.

Pero no estoy lejos. Estoy aquí, obrando a tu favor.”


Y cuando sientas que nada pasa,

recuerda que las raíces no crecen en la calma…

crecen cuando la tierra tiembla, cuando hay presión, cuando hay oscuridad.


Eso que hoy te duele no te está rompiendo, te está formando.

Estás aprendiendo a confiar, a depender, a creer de verdad.

Y esa es la fe que Dios honra.


[Parte 5 – nuevo ejemplo cotidiano, cierre emocional intermedio]

Piénsalo: una mujer siente más dolor justo antes de dar a luz.

El momento más difícil no es señal de muerte, sino de nacimiento.

Y tú estás en ese punto.

El dolor que estás sintiendo no es para destruirte,

es el anuncio de que algo nuevo está por comenzar.


Por eso, aunque el cansancio te queme,

aunque la gente no entienda tu proceso,

aunque sientas que todo se te sale de las manos,

no te rindas.

Estás demasiado cerca de lo que tanto oraste.


[Parte 6 – Palabra viva y promesa divina]

Dios no te fallará.

Él no te dejará ni te desamparará. (Josué 1:9)

Y también te dice:


“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo.” (Isaías 41:10)


No te enfoques en lo que no puedes controlar,

enfócate en mantenerte de pie, en seguir orando,

en hacer lo correcto incluso cuando no ves resultados.


El tiempo de Dios no es lento.

Es perfecto.

Y cuando Él diga “ahora”,

todo lo que hoy no entiendes cobrará sentido.


[Cierre – declaración de poder y llamado a acción emocional]

Así que no te rindas.

Ni por cansancio, ni por miedo, ni por frustración.

Levántate una vez más.

Da ese paso.

Habla con Dios, aunque sea con lágrimas.

Él no está buscando palabras bonitas, sino un corazón que no se rinda.


Tu victoria puede estar más cerca de lo que imaginas.

No la abortes por cansancio.

Estás a metros del cumplimiento, y este es el recordatorio que el cielo quería que escucharas hoy.


Escribe en los comentarios: “No me rindo, estoy muy cerca”

y compártelo con alguien que necesita volver a creer.


📖 Lectura bíblica final:


2 Corintios 4:8-9

“Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.”

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
✨ Dios quiere hacer tus sueños realidad

Devocional Sublime – Consejero Espiritual 🌅 Reflexión: Cuando el sueño parece imposible Hay sueños que llevas tiempo guardando. Sueños que mencionaste alguna vez, sueños que lloraste en silencio, sue

 
 
 
  • Youtube
  • Facebook

©2025 por Consejero Espiritual

Sergio Andres

Logo paypal
FooterDescargaAndroid.png
  • Instagram
  • Facebook
  • Twitter
  • Youtube
  • TikTok
bottom of page