La verdad detrás de tu cansancio emocional
- 23 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 sept
✨ Introducción:
Hay días en los que te despiertas y sientes que ya estás agotado.
No has hecho nada aún, pero tu alma pesa.
Haces lo que tienes que hacer, sonríes cuando debes, trabajas, respondes mensajes…
pero por dentro estás vacío, drenado, sin luz.
Y te preguntas: “¿Por qué me siento así?”
El cansancio emocional no siempre se nota por fuera,
pero dentro de ti hay un corazón que ha sostenido mucho sin soltar nada.
Has tenido que ser fuerte, has tenido que cargar responsabilidades, cuidar de otros,
aguantar decepciones, fracasos, silencios, decisiones difíciles.
Y el alma también se fatiga…
No de lo físico, sino de tanto sentir sin ser comprendida.
📖 Salmo 42:11 (RVR1960)
"¿Por qué te abates, oh alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
salvación mía y Dios mío."
💡 Explicación:
El salmista no esconde su agotamiento.
No pretende tenerlo todo claro.
Él se pregunta, como tú, por qué su alma está abatida.
Pero en vez de rendirse, se habla a sí mismo.
Le recuerda a su corazón una verdad mayor que su agotamiento:
Dios sigue siendo su esperanza.
A veces el alma se cansa porque ha creído que todo depende de ella.
Que si tú no sostienes el hogar, todo se cae.
Que si tú no mantienes la sonrisa, nadie sonreirá.
Que si tú no logras el éxito, entonces habrás fracasado.
Pero eso no es verdad.
Dios no espera que lo sostengas todo.
Él quiere sostenerte a ti.
Tu cansancio es una señal de que ya no puedes con todo…
y eso no es debilidad.
Es tu alma pidiéndote que regreses al refugio.
🙏 Oración:
Señor,
mi alma está cansada.
No del trabajo, no del día a día…
Está cansada de sostener emociones que no he soltado.
Cansada de aparentar fuerza cuando por dentro me siento débil.
Cansada de fingir que todo está bien, cuando algo dentro de mí está quebrado.
Hoy no te traigo logros, te traigo mis lágrimas.
No vengo con respuestas, vengo con preguntas.
Pero sí vengo con un deseo:
descansar en ti.
Dame, Dios mío, ese descanso que el mundo no puede darme.
Ese consuelo que no viene con palabras, sino con tu presencia.
Sana mi alma, aquieta mi mente,
y recuérdame que no tengo que cargar con todo…
porque Tú ya llevaste mi carga en la cruz.
Hoy me acerco a ti,
no como un héroe,
sino como un hijo que necesita ser abrazado.
Hazme nuevo, Señor. Hazme descansar.
🟡 Conclusión:
El cansancio emocional no se cura con vacaciones ni con dormir más.
Se alivia cuando te detienes,
cuando sueltas,
cuando recuerdas que tú no eres Dios.
Tú eres hijo.
Y los hijos cansados no necesitan más tareas,
sino un Padre que los abrace y los sostenga.
📣 Llamado a la acción:
💬 ¿Te sientes cansado emocionalmente? Cuéntamelo en los comentarios.
📤 Comparte este devocional con alguien que necesite una pausa para el alma.
❤️ Deja tu like si hoy decides soltar la carga y descansar en el amor de Dios.
Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual.



Comentarios