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Orando a la luz de proverbios 8

Actualizado: 6 dic 2023




En la maravillosa danza de las palabras del salmista en Proverbios 8, me asombro ante la exquisitez con la que pinta el retrato de la sabiduría divina. Como un poeta celestial, él trae a la existencia la esencia misma de la sabiduría, dándole vida con cada verso.


En el versículo 22, el Salmista nos invita a contemplar cómo la sabiduría fue formada desde el principio, antes de que las olas besaran la playa por primera vez.


Con destreza literaria, describe cómo la sabiduría era la artífice, deleitándose en la creación. Avanzamos al versículo 30, donde el Salmista personifica a la sabiduría como una artista divina, deleitándose día tras día, regocijándose en la belleza de la creación.


Sus palabras evocan una imagen poética de la sabiduría como compañera eterna en el juego de la existencia. En cada línea, el Salmista nos invita a sumergirnos en las profundidades de la sabiduría divina, como si cada palabra fuera una nota en la sinfonía de la eternidad. Que estos versículos resplandezcan en tu mente como gemas preciosas, revelando la belleza que se encuentra en la contemplación de la sabiduría eterna.

 

1 ¿No clama la sabiduría,


Y da su voz la inteligencia?


2 En las alturas junto al camino,


A las encrucijadas de las veredas se para;


3 En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad,


A la entrada de las puertas da voces:


4 Oh hombres, a vosotros clamo;


Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.


5 Entended, oh simples, discreción;


Y vosotros, necios, entrad en cordura.


6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes,


Y abriré mis labios para cosas rectas.


7 Porque mi boca hablará verdad,


Y la impiedad abominan mis labios.


8 Justas son todas las razones de mi boca;


En estos primeros versos, la sabiduría se presenta como una voz resonante en las alturas, en las encrucijadas de la vida. Imagina, en las intersecciones de tus elecciones y decisiones, allí se detiene la sabiduría. En las esquinas de tus caminos, susurra su llamado, y en las puertas de la ciudad, su voz se eleva.


A las puertas de la ciudad, en la entrada donde convergen los destinos, la sabiduría clama a la humanidad. "Oh hombres", resuena su llamado, dirigiendo sus palabras a todos los hijos de los hombres. Es un llamado universal, un eco que reverbera desde lo alto hasta lo más profundo de la existencia.


La sabiduría no excluye a nadie; en su voz hay una invitación tanto para los simples como para los necios. En este momento, la sabiduría se convierte en maestra, instando a los ingenuos a comprender y a los insensatos a abrazar la cordura. Es un llamado a la reflexión, a abrir la mente a la discreción y a abrazar la claridad en medio de la confusión.


Y en estos versos, la sabiduría proclama su pureza y rectitud. Sus palabras son de verdad, y sus labios abominan la impiedad. En su llamado, en sus consejos, en su oferta de discernimiento, todo resuena con la justicia y la rectitud. Cada palabra que emana de la sabiduría es como una joya preciosa, pulida por la eternidad. ¿Escucharás su llamado en las encrucijadas de tu vida?


 

"En el Eco de la Eternidad: Un Llamado desde las Alturas"


Escuchad, oh hijos de la creación, pues Mi voz resuena en los vientos y se eleva en las alturas. Soy la Sabiduría que clama en las encrucijadas de vuestros caminos, en los momentos cruciales de vuestras elecciones.


En lo alto de las colinas y junto a los senderos de la vida, Mi voz se alza, buscando penetrar en la conciencia de aquellos que buscan comprender. Deteneos, oh hijos de los hombres, y atended a Mi llamado en los lugares donde vuestras decisiones toman forma.


En las puertas de vuestras ciudades, en la entrada a vuestros hogares y comunidades, os invito a escuchar. No excluyo a nadie; Mi llamado es para todos. Oh simples, recibid la discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura. Mis palabras son como una corriente que fluye desde el corazón de la eternidad hacia vuestros oídos sedientos.


En este diálogo de Proverbios 8, abro Mis labios para hablar cosas excelentes, para ofrecer la verdad que trasciende el tiempo y el entendimiento humano. Las razones de Mi boca son justas, y en Mis labios la impiedad es aborrecida.


Que cada palabra que resuena en estos versículos sea como una llamada a la reflexión, a la comprensión y a la búsqueda de la verdad. En Mis palabras hallaréis la guía para las encrucijadas de vuestra existencia. ¿Oiréis Mi voz y encontraréis la sabiduría que os espera desde antes del amanecer de los tiempos?

 

Oración en respuesta


Oh Dios eterno, en este instante me postro ante la grandeza de Tu sabiduría, sintiendo la resonancia de Tu llamado que se eleva desde las alturas y se entrelaza en las encrucijadas de mi existencia.


Padre divino, agradezco por Tu paciencia al clamar a mi corazón, desde las puertas de mi vida, donde tomo decisiones que dan forma a mi destino. Reconozco Tu llamado a la comprensión y la cordura, y en humildad, recibo las lecciones que fluyen de Tus labios justos, aborreciendo la impiedad y abrazando la rectitud.


Señor, en este diálogo divino de Proverbios 8, permíteme ser receptivo a la verdad eterna que ofreces. Guíame en las encrucijadas, para que mis decisiones reflejen la profundidad de Tu sabiduría. Concédele a mi vida la gracia de vivir de acuerdo con la comprensión que solo Tú puedes impartir.


Que mi corazón sea receptivo a la luz de Tu sabiduría, y que en cada elección encuentre la senda que refleje Tu verdad. Que mi existencia sea un testimonio de Tu guía constante y de Tu amor que trasciende todo entendimiento humano.


En Tu nombre, oh Dios, elevo esta plegaria, confiando en que Tu sabiduría siempre está disponible para aquellos que la buscan con corazones sinceros. Amén.

 

Llamado


Que la sabiduría divina, cuya voz resuena en las alturas y se encuentra en las encrucijadas de nuestras vidas, siga siendo nuestra guía constante. En cada elección, en cada paso, que busquemos la luz que emana de lo alto y que nuestras decisiones reflejen la sabiduría que proviene de la fuente eterna.


Que en este devocional, las palabras de Proverbios 8 hayan despertado en nosotros un anhelo por la comprensión divina, y que llevemos con nosotros la llamada a la cordura en nuestras jornadas diarias.


Que cada día sea una oportunidad para escuchar la voz de la sabiduría, para ser conscientes de las encrucijadas donde nuestras elecciones se entrelazan con la voluntad divina. Que nuestras vidas sean un testimonio silencioso pero poderoso de la presencia constante de Dios, guiándonos con Su sabiduría en cada paso que damos.


En este momento de despedida, que la gracia y la paz de Dios acompañen cada uno de nuestros días, y que estemos abiertos a recibir la sabiduría divina que clama en cada rincón de nuestras vidas. Amén.


Tu Consejero Espiritual

Sergio Andrés

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