Salmos 23
El Señor es mi pastor; nada me faltará.
En prados de tiernos pastos me hace descansar.
Junto a aguas tranquilas me conduce.
Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento.
Preparas mesa delante de mí en presencia de mis adversarios.
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por días sin fin.
Oración:
Este es el segundo día de este nuevo año, y en la presencia de Dios, confío en que nada me faltará. Al continuar con este nuevo comienzo, coloco ante Ti, Señor, mi salud, mis finanzas y mis relaciones, buscando tu bendición y dirección en cada aspecto vital de mi vida.
En los verdes prados de mis esperanzas y junto a las aguas serenas de mis sueños más pacíficos, guíame, Padre. Que este año sea uno de renovación y crecimiento personal y espiritual, donde la prosperidad se manifieste no solo en bienes materiales, sino también en riquezas espirituales y emocionales. Ayúdame a dejar atrás las dificultades del pasado y a enfrentar con optimismo y valentía los desafíos y alegrías que traerás a mi camino.
Te solicito especialmente, Señor, tu intervención en mi vida laboral y económica. Abre puertas que me lleven a nuevas oportunidades para prosperar y emplear mis talentos de manera que reflejen tu gloria. En el ámbito del amor, fortalece y profundiza mis relaciones. Que este nuevo año traiga consuelo a los corazones heridos y forje fuertes lazos de comprensión y cariño sincero.
Conforta mi alma en los momentos de desaliento y guíame por caminos de justicia que reflejen tu amor y verdad. Cuando enfrente incertidumbres, recuérdame que no debo temer mal alguno, pues Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado son el consuelo y la fortaleza que me animan a continuar.
Conclusión
El Salmo 23 nos ofrece más que palabras de fe; nos proporciona un plano para una vida bajo el cuidado infalible de Dios. A medida que avanzamos en este año, llevemos con nosotros la certeza de que nuestro Pastor divino tiene el control. Si esta oración ha resonado contigo, compártela para extender la esperanza y camina cada día con la seguridad de que en Dios, realmente, nada te faltará.
Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual.
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