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SALMO 23 por la Familia

  • 18 oct
  • 3 Min. de lectura

📖 Devocional – Salmo 23: Por la familia


Versículo clave:


> “El Señor es mi pastor; nada me faltará.”

(Salmo 23:1)



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🕊️ Introducción


No hay lugar más sagrado que el hogar.

Es allí donde se aprende a amar, donde se celebran las alegrías, donde se lloran las pérdidas y donde el alma busca refugio cuando el mundo duele.

Pero también es cierto que en la familia se libran las batallas más duras: discusiones, distancias, preocupaciones, enfermedades, miedos, necesidades.


Y es precisamente por eso que el Salmo 23 se convierte en una oración perfecta para levantar sobre nuestra familia un manto de protección y paz.

Porque si el Señor es nuestro Pastor, también es el Pastor de nuestro hogar.



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🌿 “Nada me faltará”


Cuando Dios pastorea una familia, no solo suple lo material, sino también lo emocional y lo espiritual.

Él provee amor cuando escasea la comprensión, esperanza cuando la crisis golpea, unión cuando las palabras ya no alcanzan.


“Nada me faltará” no significa que siempre tendremos todo lo que deseamos, sino que nunca nos faltará lo esencial: Su presencia.

El hogar donde Dios habita puede pasar por pruebas, pero jamás se queda sin consuelo.



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🌿 “En lugares de delicados pastos me hará descansar”


Cuántas veces la familia necesita descanso, no solo físico, sino del alma: descanso de los conflictos, del cansancio, del estrés.

Dios quiere ser ese descanso. Él puede traer serenidad a los corazones agitados, diálogo donde antes hubo orgullo, y ternura donde el amor parece haberse enfriado.


Deja que el Buen Pastor te conduzca cada día a esos “pastos delicados”: momentos de calma, reconciliación, perdón y risa compartida.

Ahí es donde la familia florece.



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🔥 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno”


Hay familias que atraviesan valles oscuros: enfermedad, pérdidas, crisis económicas o rupturas emocionales.

Pero el salmista asegura: “No temeré.”

No porque el dolor no exista, sino porque el Pastor no abandona.


Dios no promete evitar el valle, promete acompañarte dentro de él.

Y cuando el temor intente entrar en tu hogar, declara con fe:

“Mi familia no está sola; el Señor camina con nosotros.”



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✨ “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”


La vara del Pastor no es castigo, es dirección.

El cayado no es control, es consuelo.

Dios guía a las familias que se dejan pastorear: las corrige con amor, las une con propósito y las impulsa a levantarse una y otra vez.


Deja que la voz de Dios sea la que marque el rumbo del hogar, no el enojo, ni la rutina, ni el miedo.

Donde hay guía divina, hay orden. Y donde hay orden, hay bendición.



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🙏 Oración por la familia basada en el Salmo 23


Señor, tú eres el Pastor de nuestra familia.

Te damos gracias por tu fidelidad, por la vida, por los momentos compartidos, y por ser nuestro refugio en medio de toda tormenta.


Hoy ponemos bajo tu cuidado nuestro hogar: cada hijo, cada padre, cada abuela, cada corazón que forma parte de esta casa.

Que nada nos falte, Señor: ni amor, ni fe, ni esperanza.

Llévanos a descansar en tus brazos cuando la carga sea pesada, y danos fuerzas para seguir caminando unidos.


Protege nuestra entrada y nuestra salida.

Que tu presencia sea la lámpara en nuestros días y el abrigo en nuestras noches.

Aunque el mundo cambie, tú sigues siendo nuestro Pastor, y eso nos basta.


Amén.



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🔚 Conclusión


El Salmo 23 no es solo una promesa individual; es una bendición colectiva para toda familia que confía en Dios.

Donde Él es el Pastor, la escasez se convierte en abundancia, el miedo en paz, y los conflictos en oportunidad para amar más.


Haz de este salmo la oración diaria de tu casa.

Y cuando los problemas quieran tocar tu puerta, recuerda:

“El Señor es nuestro Pastor; nada nos faltará.”

 
 
 

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Sergio Andres

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