Salmo 46
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble,
aunque los montes se derrumben
en el corazón del mar,
aunque sus aguas rujan y echen
espuma,
y se estremezcan los montes por su braveza. Selah[b]
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios;
el santuario, morada del Altísimo.
Dios está en medio de ella;
no será movida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
Las naciones se conmocionan,
se tambalean los reinos.
Él emite su voz, y se derrite la tierra.
El SEÑOR de los Ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Vengan y vean los hechos del SEÑOR, quien ha causado desolaciones en
la tierra.
Hasta los confines de la tierra hace cesar las guerras;
quiebra el arco, rompe la lanza
y quema los carros en el fuego.
“Estén quietos y reconozcan que
yo soy Dios.
Exaltado he de ser entre las naciones; exaltado seré en la tierra”.
El SEÑOR de los Ejércitos
está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Oración
Dios eterno, en esta noche me presento ante Ti con gratitud por sostenerme durante este día. Tú has sido mi refugio en los momentos de incertidumbre y mi fuerza cuando las cargas se hicieron pesadas. Aunque los problemas intenten abatirme, sé que en Tu presencia encuentro descanso y renovación.
Padre, gracias por recordarme que en medio de los desafíos, Tu poder no cambia. Mientras el mundo parece tambalearse, Tu amor es la roca firme donde puedo descansar. Esta noche, dejo a Tus pies todas mis preocupaciones y miedos, sabiendo que Tú estás obrando a mi favor.
Renueva mi espíritu mientras duermo, Señor, y dame un corazón confiado para enfrentar lo que el mañana traiga. Gracias porque nunca estoy solo; Tú eres mi refugio y mi fuerza. En Ti confío, y en Tu nombre encuentro esperanza.
En el nombre de Jesús, amén.
Conclusión
El Salmo 46 nos invita a descansar en la certeza de que Dios es nuestra fortaleza y refugio, incluso en los momentos más difíciles. Su poder sostiene nuestras vidas y Su presencia renueva nuestra esperanza. Al cerrar este día, confía en que Él está trabajando en cada detalle de tu vida.
Comparte esta oración con alguien que necesite ánimo y deja tus comentarios sobre cómo Dios ha sido Tu fuerza hoy. Que Su paz y Su poder te llenen esta noche.
Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual.
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