Salmo 51 (extracto)
Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia.
Por tu abundante compasión borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad,
y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones,
y mi pecado está siempre delante
de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado
y he hecho lo malo ante tus ojos. Seas tú reconocido justo en tu palabra
y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he nacido,
y en pecado me concibió mi madre.
Oración
Señor amado, hoy me acerco a Ti con un corazón quebrantado y humilde, reconociendo mis fallas y mis pecados. Tu misericordia es infinita, y solo en Tu gracia encuentro la esperanza de ser restaurado. Te ruego, oh Dios, que borres mis rebeliones, que me laves con Tu amor y me limpies de toda maldad que me aleja de Ti.
Padre, contra Ti he pecado, y mi corazón está lleno de arrepentimiento. Sé que en Tu presencia no hay juicio que no sea justo, y en Tu palabra encuentro la verdad que me transforma. Derrama Tu abundante compasión sobre mi vida y hazme puro nuevamente.
Gracias porque, aun en mi imperfección, me miras con ojos de amor y me das la oportunidad de comenzar de nuevo. Límpiame, Señor, hasta lo más profundo de mi ser, y restaura en mí el gozo de Tu salvación. Que Tu misericordia me guíe a vivir en obediencia, y que mi vida sea un reflejo de Tu gracia infinita.
Amén.
Conclusión
Dios siempre está dispuesto a perdonarte y renovarte cuando te acercas a Él con un corazón sincero. Si esta oración te ha dado paz, compártela con alguien que necesite experimentar el amor y la misericordia de Dios. Deja tus reflexiones en los comentarios y sigue este espacio para más oraciones que renueven tu espíritu. Que tengas un día lleno de gracia y restauración en la presencia de Dios.
Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual.
Commentaires