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Transforma la Ansiedad en Fe (Salmo 103)

Actualizado: 8 dic 2024





Cascada
Consejero Espiritual

Salmo 103:


Bendice, oh alma mía, a Jehová,

Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, oh alma mía, a Jehová,

Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Él es quien perdona todas tus iniquidades,

El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,

El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca

De modo que te rejuvenezcas como el águila.

 

Jehová es el que hace justicia

Y derecho a todos los que padecen violencia.

Sus caminos notificó a Moisés,

Y a los hijos de Israel sus obras.

Misericordioso y clemente es Jehová;

Lento para la ira, y grande en misericordia.

No contenderá para siempre,

Ni para siempre guardará el enojo.

No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,

Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,

Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

Cuanto está lejos el oriente del occidente,

Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

Como el padre se compadece de los hijos,

Se compadece Jehová de los que le temen.

Porque él conoce nuestra condición;

Se acuerda de que somos polvo.

 

El hombre, como la hierba son sus días;

Florece como la flor del campo,

Que pasó el viento por ella, y pereció,

Y su lugar no la conocerá más.

Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,

Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

Sobre los que guardan su pacto,

Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

 

Jehová estableció en los cielos su trono,

Y su reino domina sobre todos.

Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,

Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,

Obedeciendo a la voz de su precepto.

Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,

Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,

En todos los lugares de su señorío.

Bendice, alma mía, a Jehová.

 

Jesús Te Dice Hoy


Hijo mío, hoy quiero hablarte sobre la carga invisible que muchas veces llevas: la ansiedad. Sé que hay momentos en los que el futuro parece incierto y las preocupaciones intentan nublar tu fe. Pero quiero que recuerdes que no estás solo, que cada inquietud que albergas puede ser depositada en mis manos.


El Salmo 103 nos recuerda quién soy y cómo actúo en tu vida. Soy quien sana tus dolencias, quien rescata tu vida del abismo y quien te corona con mi amor y misericordia. No hay carga que sea demasiado pesada para mí, ni situación que no pueda transformar en una bendición.


Cuando la ansiedad intente arrebatarte la paz, alza tus ojos hacia mí. En esos momentos, clama con fe, y descubrirás cómo mi amor llena cada vacío. No permitas que tus pensamientos te arrastren; en cambio, recuérdame y busca refugio en mi presencia. La alabanza y la gratitud son armas poderosas contra la incertidumbre. Cada vez que bendices mi nombre, estás abriendo tu corazón a la paz que solo yo puedo darte.


Confía en que mi plan es perfecto y que estoy obrando en cada área de tu vida, incluso en aquellas que parecen estancadas. Te amo con un amor eterno, y estoy aquí para ti, siempre.


Con todo mi amor, Jesús.


Plegaria en Respuesta


Amado Señor, en este día vengo ante Ti con un corazón que busca consuelo. Sé que las preocupaciones de la vida intentan llenar mi mente, pero hoy elijo soltarlas y entregarlas a Ti. Gracias por ser mi refugio y mi paz en medio de las tormentas.


Tu palabra en el Salmo 103 me recuerda que eres el Dios que sana, que restaura y que rescata. Ayúdame, Señor, a confiar más en Ti, a soltar mis miedos y a caminar con la certeza de que nunca estoy solo. Renueva mi mente con Tu paz y llena mi corazón de gratitud por las bendiciones que, incluso en medio de la ansiedad, me regalas cada día.


Te pido que me des fortaleza para enfrentar cada reto y sabiduría para reconocer Tus manos guiando mi vida. Que mis palabras y acciones reflejen Tu amor y sean un testimonio para otros de que en Ti hay esperanza y descanso.


Hoy descanso en Tu promesa de que, como un padre se compadece de sus hijos, así Tú te compadeces de mí. Gracias por levantarme, por restaurar mi ánimo y por recordarme que en Tu amor siempre hay victoria.


Amén.


Conclusión


Cuando la ansiedad toque a tu puerta, recuerda que Dios es tu refugio y tu fortaleza. Él conoce cada carga que llevas y está listo para sostenerte en Su amor. Agradece por lo que Él ha hecho, y confía en que Su mano sigue obrando en tu vida.


Te invito a reflexionar sobre el Salmo 103 y a compartir tus pensamientos en los comentarios. Si esta oración ha traído paz a tu corazón, no olvides dar me gusta y seguir para continuar recibiendo palabras de aliento y esperanza. Que la paz de Dios te envuelva y Su luz te guíe siempre.


Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual.

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