Todos tus sueños pueden hacerse realidad, solo si tienes el coraje de perseguirlos.
No esperes a que las cosas lleguen a ti sin esfuerzo, difícilmente conseguirás tus objetivos.
Así que, arríescate, se dedicado, ten disciplina y constancia para poder lograr todo lo que
te propongas.
Deberíamos estar cada vez más agradecidos con Dios, es justo darle crédito por cada
buen perfecto regalo.
Santiago 1:17, toda buena dadiva y todo un perfecto de siende de lo alto, del Padre de las luces en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.
Cuando estamos agradecidos, nuestro enfoque se aleja de los deseos egoístas y del dolor de las circunstancias actuales, también nos ayuda a recordar que Dios finalmente está
en control.
El Señor quiere hacer tus sueños una realidad, pero te toca entregárselos para que sea Él quien los dirija: "pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.
Para que un sueño se logre necesitas:
Que sea claro: no puede ser ambiguo, debe ser muy claro para que puedas accionarlo. Pídele a Dios que te muestre su voluntad y ese gran sueño, eso te ayudará a verlo con claridad.
Oremos.
Querido Dios, Hoy me presento ante Ti con un corazón lleno de sueños y anhelos. Sé que has creado en mí la capacidad de soñar y aspirar a metas más allá de lo que puedo imaginar. En este momento, quiero entregarte uno de esos sueños que late en lo más profundo de mi ser.
En tus manos pongo mi trabajo, mis proyectos, mi futuro, mis sueños, mi vida, Ayúdame señor alcanzar mis metas, ayúdame padre para alcanzar todo lo que me he propuesto, ayúdame paciencia señor para las adversidades que cada día vienen a mi vida.
Te pido señor que me hagas agradecido por lo que tengo ahora y por lo que me vas a dar
Padre, reconozco que necesito tu guía y fuerza para alcanzar este sueño. A menudo, el camino parece desafiante y las dudas intentan enturbiar mi visión. Pero confío en que Tú eres el hacedor de lo imposible, y que con Tu poder y dirección, este sueño puede convertirse en realidad.
[Expresa aquí tu sueño específico, ya sea relacionado con la carrera, relaciones, propósito de vida, o cualquier otra área].
Hoy, te entrego este sueño y lo coloco en tus manos. Que Tu voluntad prevalezca, y que cada paso que dé esté alineado con tu plan perfecto para mi vida.
Permíteme sentir tu presencia en este viaje. Infúndeme con coraje para superar los obstáculos y perseverancia para no desviarme de la senda que has trazado para mí.
Y ahora, Señor, abro un espacio en mi corazón para escucharte. Habla a mi espíritu, guíame en cada decisión y revela las oportunidades que has preparado para mí. Quiero caminar de la mano contigo, confiando en que Tú eres el autor de mis sueños.
Amado Dios tú conoces mis sueños más profundos, tú sabes cuánto anhelo lograr esos sueños, pero también conoces mis miedos e inseguridades; ayúdame a identificar tus sueños, a activarlos y comenzar a accionarlos de tu mano y guía.
Señor No voy a desmayar ni me voy a desanimar en la consecución de mis sueños, pues en tus manos están depositados precioso Dios. Así al principio vea que las cosas no se dan, seguiré orando y trabajando en mi petición.
Tú amado Dios no tienes mala memoria. Tú quieres bendecirme y hacer cosas grandes en mi vida Señor. Precioso Señor tú quieres que cumpla el propósito de vida por el cual me llamaste. Solo en las manos del Señor mis metas se verán realizadas. AMEN.
Dios te dice hoy:
Hijo mío, hija mía, ¿puedes escuchar Mi voz en el susurro del viento y en el murmullo de las olas? ¿Puedes percibir Mi presencia en el suave abrazo de la brisa que acaricia tu rostro? Estoy aquí, siempre contigo, esperando que inclines tu corazón y oídos hacia Mí.
Hoy deseo hablarte sobre tus sueños, esas aspiraciones que yacen en lo más profundo de tu ser. ¿Acaso no sabes que fui Yo quien sembró esas semillas en tu corazón? Cada sueño, cada deseo noble, es un regalo que te he dado para que lo cultives y lo hagas florecer en tu vida.
Pero comprendo tus miedos, tus dudas y las tormentas que amenazan con desviar tu camino. Quiero que sepas que no estás solo. Mi promesa es clara: "No temas ni desmayes, porque yo, tu Dios, estaré contigo dondequiera que vayas". ¿No ves que en tu debilidad, Mi fortaleza se perfecciona?
A veces, te preguntas si realmente puedes alcanzar esos sueños. Pero ¿no sabes que mis planes para ti son de bienestar y no de mal? Incluso cuando el camino parece oscuro, Mi luz brilla más fuerte. En esos momentos de incertidumbre, detente y escucha.
En la quietud, encontrarás Mi dirección.
Recuerda que te formé con un propósito único. Tus talentos, tus dones, son hilos en el tapiz de Mi creación. No temas ser audaz. No temas perseguir tus sueños con valentía, porque cuando caminas en Mi voluntad, te conviertes en un instrumento para Mi gloria.
Atrévete a confiar en Mí.
La valentía no surge de la ausencia de miedo, sino de la confianza en Mi soberanía. ¿Acaso no dije: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"? No caminas solo; caminas con el Todopoderoso que te sustenta.
Así que, hoy, hijo mío, hija mía, levanta la cabeza. No dejes que el temor te paralice. Con audacia y fe, sigue adelante. Tus sueños, esos que te he dado, pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos. Estoy contigo en cada paso, guiándote hacia un futuro lleno de esperanza.
Confía en Mí, porque Yo soy el Dios que hace posible lo imposible. En el coraje de perseguir tus sueños, descubrirás la maravilla de Mi amor y la plenitud de Mi plan perfecto para ti.
Respuesta a Dios
Querido Padre celestial,
Hoy me postro ante Ti, sumergido(a) en la gratitud y la humildad. Agradezco por sentir el calor constante de Tu amor y por escuchar Tu voz amorosa que resuena en el rincón más profundo de mi ser.
Padre, reconozco que los sueños que albergan mi corazón son tesoros que Tú mismo has depositado en mí. En Tu infinita sabiduría, me has concedido la capacidad de soñar, de anhelar y de perseguir metas que reflejan Tu propósito para mi vida. Agradezco por confiar en mí y por revelar, a través de esos sueños, la hermosura de Tu plan perfecto.
Hoy, confieso mis miedos y dudas. En ocasiones, el camino hacia mis sueños parece lleno de desafíos y obstáculos. Pero confío en Tu promesa de que estás conmigo en cada paso. Que la luz radiante de Tu amor disipe cualquier sombra de temor que pueda oscurecer mi confianza.
Padre, te pido valentía. Llena mi corazón con la audacia necesaria para seguir adelante, incluso cuando la incertidumbre amenaza con paralizarme. Que Tu amor sea mi escudo, y que pueda caminar con la certeza de que soy guiado(a) por Tu mano amorosa.
En este momento, me encomiendo a Ti y a Tu plan perfecto. Confiando en que, con Tu amor como mi brújula, puedo avanzar con valentía hacia esos sueños que has sembrado en mi corazón. Que cada paso que dé sea un testimonio de Tu gracia y fidelidad.
Amén.
Queridos,
Antes de lanzarnos con fervor hacia la búsqueda de nuestros sueños, permitidme exhortaros a un acto sagrado: la gratitud. Que la acción de gracias preceda a nuestras peticiones, como un perfume fragante que llena la atmósfera delante del trono de Dios.
Cada uno de nosotros está inmerso en un océano de bendiciones, grandes y pequeñas, que Dios derrama sobre nosotros día tras día. A menudo, en nuestra ansiedad por alcanzar nuestras metas, podemos olvidar mirar a nuestro alrededor y reconocer la generosidad divina que nos rodea.
Entonces, os animo a que toméis un momento para reflexionar sobre las bondades de Dios en vuestras vidas. Agradeced por la gracia que nos sostiene, por las lecciones que nos moldean y por las oportunidades que nos brindan. Que la gratitud fluya desde vuestros corazones como un río incontenible.
Recuerden que la gratitud no solo es un acto de obediencia, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de Dios. Cuando reconocemos Su bondad en el pasado, fortalecemos nuestra fe para confiar en Su fidelidad en el futuro.
Así que, antes de presentar vuestras peticiones y anhelos, dediquemos un tiempo a agradecer. Que nuestros corazones rebosen de gratitud por el regalo inmerecido de la vida, por el amor infinito de Dios, y por las oportunidades que se nos presentan.
Que esta gratitud nos guíe en nuestra búsqueda de sueños, recordándonos que cada paso que damos es un regalo divino. Que la oración de agradecimiento sea el himno que preceda a nuestras súplicas, y que la alabanza a Dios sea el fundamento de nuestros anhelos.
En el nombre de Jesús, el Dador de todo bien,
Amén.
Con gratitud y oraciones
Sergio Andres tu Consejero Espiritual
Dios te bendiga Sergio Andres
Amen 🙏🙏🙏
Amén 🙏🏼🙏🏼