Amados de Dios,
¡Es un honor darles la más cordial bienvenida a nuestro encuentro de hoy! Hoy, nos reunimos para reflexionar sobre un mensaje importante. Un mensaje que nos recordará quiénes somos en la creación de Dios y la grandeza de Su amor hacia nosotros.
Es un privilegio reunirnos nuevamente hoy para continuar nuestro estudio sobre la parte de sabidurÃa ilimitada de la creación, basada en el Salmo 8. Ayer tuvimos la bendición de sumergirnos en este hermoso Salmo, que nos invita a contemplar la grandeza y el propósito divino en la creación.
Hoy, continuaremos profundizando en esta parte de sabidurÃa ilimitada de la creación. Exploraremos cómo podemos aplicar esta comprensión en nuestras vidas diarias y cómo podemos crecer en nuestra relación con Dios a través de la contemplación de Su obra.
PermÃtanme compartir una lectura bÃblica con ustedes, que nos recordará la grandeza de nuestro Creador y la profundidad de Su amor. En el Salmo 139:13-14, el salmista David declara:
"Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien".
Que estas palabras del salmista nos inspiren a alabar y adorar a nuestro Dios por Su obra maestra que somos nosotros. Que nos impulsen a vivir en gratitud y reverencia mientras reconocemos quién es somos en la creación de Dios.
Cuando Dios creó este mundo, Su prioridad fuimos nosotros, sus amados hijos. Fuimos hechos a Su imagen y semejanza, lo que nos coloca en una posición cercana a Él. Es un privilegio sin igual. Significa que fuimos designados como los gobernantes de toda Su creación, justo debajo de Su trono. Somos Sus hijos más preciosos, destinados a vivir en comunión con Él y reflejar Su amor y carácter en todo lo que hacemos.
Sin embargo, en nuestra búsqueda de felicidad y autosuficiencia, nos alejamos de Dios. Nos dejamos seducir por las mentiras del mundo y nos volvemos ingratos. Caemos en el pecado y experimentamos el dolor y la maldad que abundan en este mundo. Pero llega un momento en que nos damos cuenta de quiénes somos realmente. Nos damos cuenta de que nuestra verdadera identidad solo se encuentra en Dios.
Cuando nos acercamos a Dios, todo cambia. Comenzamos a comprender Su amor inmenso por nosotros. Él nos bendice y nos protege cada dÃa, incluso Ãcuando no lo vemos o no lo reconocemos. Debemos abrir nuestros ojos y nuestros corazones a la verdad de que somos hijos del Rey de reyes, el Creador de todo, el Gobernante del universo. ¿Qué más podemos pedir?
Hoy, a medida que reflexionamos sobre estas verdades, les animo a reconocer quiénes somos en la creación de Dios. Reconocer la grandeza de Su amor y la importancia de su identidad como hijos amados. Permite que esto influya en cada aspecto de tu vida, en tus pensamientos, palabras y acciones.
Una aplicación para la vida que podemos extraer de este escrito es la importancia de reconocer nuestra identidad como hijos de Dios y vivir en comunión cercana con Él.
Reconocer nuestra posición y propósito: Debemos comprender que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, y que esto nos otorga un lugar especial en Su plan. Somos llamados a ser gobernantes de la creación de Dios, ejerciendo autoridad y cuidado sobre ella.
Reflexionar sobre nuestras decisiones: La introducción menciona que nos alejamos de Dios y nos volvemos autosuficientes e ingratos. Es importante reflexionar sobre nuestras elecciones y acciones, reconociendo cuándo nos hemos apartado del plan de Dios y buscando regresar a una relación cercana con Él.
Apreciar las bendiciones de Dios: A menudo, pasamos por alto las bendiciones y la protección que Dios nos brinda diariamente. Debemos aprender a ver y valorar las manifestaciones de Su amor y cuidado en nuestra vida. Esto nos ayudará a ser agradecidos y a vivir en una actitud de gratitud constante hacia Él.
Conciencia de nuestra identidad: Como hijos del Rey de reyes y Creador de todo, debemos recordar quiénes somos y actuar en consecuencia. Debemos vivir de acuerdo con nuestra identidad en Cristo, reflejando Su amor, gracia y carácter en todo lo que hacemos.
Cultivar una relación cercana con Dios: Reconociendo que Dios es nuestro Padre, debemos buscar una relación Ãntima con Él. Esto implica dedicar tiempo para la oración, la lectura de Su Palabra y la comunión con otros creyentes. Al acercarnos a Dios, experimentaremos una transformación en nuestra perspectiva y en cómo enfrentamos los desafÃos de la vida.
La aplicación para la vida de este escrito es reconocer nuestra identidad como hijos de Dios, vivir en comunión cercana con Él y actuar de acuerdo con Su propósito para nuestras vidas. Al hacerlo, experimentaremos una vida llena de significado, bendiciones y una conexión profunda con nuestro Creador.
Oremos,
Querido y amado Creador,
En este momento Ãntimo de oración, me acerco a Ti con humildad y gratitud en mi corazón. Contemplando la maravilla de tu creación a mi alrededor, me siento abrumado por tu grandeza y amor inagotable.
Al mirar el vasto cielo estrellado, las montañas imponentes y los océanos infinitos, me maravillo ante tu poder y creatividad. Cada detalle, desde el más pequeño insecto hasta el majestuoso león, es una prueba de tu infinita sabidurÃa y perfección.
En medio de este asombro, me reconozco como parte de tu creación. Fuiste tú quien me formó con tus propias manos, infundiendo vida en cada fibra de mi ser. Soy el resultado de tu amoroso diseño, hecho a tu imagen y semejanza.
Me llenas de gratitud al saber que me consideras tu obra maestra, que me diste un propósito y un lugar en este mundo. Me has confiado la responsabilidad de cuidar y proteger tu creación, de ser un administrador fiel de todo lo que has puesto en mis manos.
Sin embargo, también reconozco mi fragilidad y limitaciones.
Me humillo ante Ti, reconociendo que he fallado en muchas ocasiones. Me he alejado de ti y he dejado de apreciar la belleza y la armonÃa que has establecido en tu creación.
Hoy, te pido humildemente que renueves mi corazón y mi mente. Ayúdame a ver tu presencia en cada rincón de la creación, desde el resplandor del sol hasta la brisa suave que acaricia mi rostro. PermÃteme recordar que soy parte de algo más grande, que mi vida está entrelazada con el resto de tu creación.
Que tu amor y sabidurÃa me inspiren a vivir en armonÃa contigo y con todo lo que me rodea. Ayúdame a ser un buen administrador de los recursos que has confiado en mis manos, cuidando de ellos con amor y responsabilidad.
En este momento de comunión, me entrego a ti por completo. CapacÃtame para ser un instrumento de tu amor en el mundo, compartiendo tu creación y tu mensaje de redención con aquellos que me rodean.
Te agradezco, amado Creador, por tu inmenso amor y por la oportunidad de ser parte de tu maravillosa creación. En tu nombre, oro con humildad y gratitud.
Amén.
¿Cuándo creó Dios "los cielos y la tierra"?
Despues de adan y eva
Cuando se dio cuenta que necesitaba poblarla
Cuando no tenia donde poner sus pies
"En el principio" (Génesis 1:1)
Conclusión
Querido/a,
Hoy quiero recordarte que eres una pieza perfecta en la creación de Dios. Desde el momento en que fuiste formado, Él te diseñó con amor y cuidado para cumplir un propósito único en este mundo. Eres una parte esencial de Su plan divino.
Imagina un rompecabezas, donde cada pieza encaja perfectamente para formar una imagen completa y hermosa. Tú eres esa pieza perfecta que Dios colocó estratégicamente en Su gran rompecabezas de la vida. Sin ti, la imagen estarÃa incompleta.
No importa cómo te sientas en este momento, cuáles sean tus circunstancias o los errores que hayas cometido en el pasado. Dios te ve como una obra maestra, como Su creación más preciada. Él te conoce Ãntimamente y te ama incondicionalmente.
Recuerda, eres la pieza perfecta con la que Dios completó Su creación. ConfÃa en Su plan, camina en Su amor y vive con la certeza de que eres valioso(a) y amado(a) por Él. Eres una pieza vital en el plan de Dios, y Él te capacitará y guiará en cada paso que des. Asà que, te invito a abrazar tu identidad como la pieza perfecta de la creación de Dios. ConfÃa en Su sabidurÃa y en Su amor por ti. PermÃtele que te muestre el propósito y la grandeza que hay en tu vida.
Dios va a crear algo hermoso en tu vida, El es el Dios que creó los cielos y la tierra, y en Su infinita sabidurÃa y poder, puede crear algo nuevo y maravilloso en nuestras vidas también.
Quizás te encuentres en un momento en el que sientes que todo está perdido, que no hay esperanza ni solución a tus problemas. Pero déjame decirte que nuestro Dios es el Dios de lo imposible. Él puede crear de la nada, puede traer luz a la oscuridad, puede restaurar lo que está quebrantado y puede dar vida a lo que parece muerto.
Piensa en la historia de la creación, cuando Dios habló y el mundo entero cobró vida. Ese mismo Dios tiene el poder de hablar a tu situación actual y traer una nueva creación. No importa cuán desolada o imposible parezca tu situación, Dios tiene el poder de cambiarla y transformarla completamente.
Asà que, te invito a confiar en Él. Pon tus cargas, tus heridas y tus sueños rotos en Sus manos. PermÃtele que te sorprenda con Su poder y Su amor inagotable. Permite que Él te muestre que, aunque todo parezca perdido, en Sus manos hay una esperanza y un futuro.
Te invito a uno perderte el devocional de mañana y a compartir esta invitación con otros. Y no olvides dejar tu "Me gusta" y tus comentarios para que podamos animarnos y edificarnos mutuamente.
Recuerda, nuestro Dios es el Creador que puede hacer nuevas todas las cosas. ConfÃa en Su poder, descansa en Su amor y permÃtele crear algo hermoso en tu vida.
Que la paz y el poder de Dios estén contigo siempre.
¡Dios te bendiga ricamente!
Con cariño y oraciones,
Sergio Andres, Tu C.E